Todo mercadólogo o publicista debería viajar a Nueva York, no en el sentido turístico o recreativo, sino como la culminación de un ciclo de estudio, un curso o una especialización. Esto por la sencilla razón de que esta ciudad es la meca del mercado occidental tal como lo hemos conocido y conocemos. Viajar hasta allá es la forma de confirmar o ver en primera persona algo que hemos palpado antes por otros medios: el cine, la publicidad, la prensa, la moda, la universidad, la literatura, las marcas.
Nuestra percepción de este viaje nunca será inocente, ya está inundada de imágenes, olores y sonidos de Nueva York: una noche me desperté escuchando esa sirena que en tantas películas hemos escuchado, tan familiar como si yo viviera allá, una mañana crucé el Brooklyn Bridge y no alcazaba a retener la avalancha de escenas que se superponían a la escena de mi visión real, y vi a dos policías saliendo de Dunkin’ Donuts en plena madrugada con sus donas y cafés, lo que me sumió en una confusión cinematográfica fatal.
Pero esto es lo anecdótico, ahora vamos a lo nuestro. Si tu mundo se relaciona a la comercialización de productos y servicios, a las marcas y su comunicación, en fin, al desarrollo del comercio y la cultura occidental, es de presumir que tendrás muchas cosas que ver por allá. Te comparto las que se quedaron definitivamente grabadas en mi retina, en mi boca, en mi olfato y mente de animal publicista.
1. Diseño en punto de venta y consumo: En esta ciudad están las marcas más importantes del mundo, desde las retail hasta grandes marcas de moda haute couture. Admirar el diseño interior de las tiendas, el valor de la tienda física en la experiencia del cliente y cómo se consumen esas marcas en grandes ciudades, es algo que todo publicista debe experimentar. Desde la icónica Tienda Apple en la Quinta Avenida o Nike, hasta Tiffany & Co. o LOUIS VUITTON.
2. Los expertos en mercadeo: Cuando trabajaba en agencia tuve la oportunidad de desempeñarme como creativa senior para las marcas Taco Bell y McDonald’s. ¡Lo amé! Así que soy súper fan de conocer todas las marcas de comida rápida que pueda (eso no significa que sean fan de comer comida rápida pero sí de cómo se mercadean y publicitan). Los restaurantes de comida rápida, son másters en mercadeo, han inventado muchas formas de venderse y sus estrategias son un referente para nosotros, los publicistas, en cómo una marca debe mercadearse. En esta ciudad, podrás verlas a todas (y probar algunas, si querés!).
3. De la meca de las vallas publicitarias a la cuna de las agencias de publicidad: ¿Quién no ha soñado con tener un anuncio suyo en Times Square? o ¿Soñar despierto en que trabaja en Madison Avenue en la época de los sesenta? Para los que hemos leído cómo surgieron las redes de publicidad en Londres, New York, Chicago o Buenos Aires, caminar estas avenidas de Manhattan, es caminar por donde pensaron, discutieron, crearon y diseñaron los grandes publicistas de la época, por donde se vive y huele publicidad al 100%.
4. Generadores de experiencia: Todo lo que hagas en New York es una experiencia. Desde visitar una atracción turística, un museo, una avenida, hasta un diner. Todo está conectado con redes sociales, con un sitio web o un blog, con un afiche o una valla, con un vendedor, con un aroma, una canción o una imagen. Todo lo que haces está hecho para que vivas una experiencia. Cualquier contacto con una marca es una experiencia que estimula todos tus sentidos. Nada se escapa, ni el video de despedida que podés ver en el techo del ascensor cuando bajás del edificio Empire State, ni la efusiva bienvenida que te da la mesera de Ruby Tuesday.