Si pudieras vender solo una cosa, ¿cuál sería? Si pudieras dejar de vender algo, ¿cuál dejarías?
Puede que ofrezcás un montón de maneras de que te contraten, pero si seguís vendiendo eso por lo que creés que te van a contratar, pero que no es exactamente eso que hace flotar tu barco creativo, podrías estarte condenando a crearte un trabajo aburrido y poco satisfactorio por tu propia cuenta, y en este caso no hay otra persona a quién culpar.
Si querés cambiar el tipo de trabajo que estás haciendo para que sea más de consulta, o simplemente para que tenga un poco más de tu estilo y manera de ver las cosas, entonces dejá de promocionarte como “Soy-la que hace todo”, capaz y disponible para hacer cualquier cosa. Elaborá tu oferta, paquete, o producto para que vaya de acuerdo con la manera en la que querés que te contraten.
Pensá en los lugares en los que estás compartiendo: tu página web, portfolio, y casos de estudio, tal vez.
Después, pensé en tu trabajo allá afuera, hablando por sí mismo –mientras tus clientes comparten la información con amigos y pares, y gente que experimenta tu trabajo de primera mano allá “en el mundo”
Estamos hablando de un montón de ojos sobre lo que has creado y conversando sobre cómo le ayudaste a alguien. ¡Y eso está super bien! Pero si fueras a esos lugares y vieras tu propio trabajo con ojos frescos, ¿verías el tipo de trabajo que querés seguir haciendo? ¿O verías solo los tipos de proyectos que no querés volver a hacer nunca más? ¿Escucharías a antiguos clientes recomendando un servicio que no querés seguir dando por mucho tiempo más? ¿Querés que lo describan de otra forma
Puede que no sientas que haya una diferencia tan contrastiva. Puede que tengás proyectos muy queridos y servicios estrella que seguís poniendo ahí y con los que te sentís muy bien, pero hay posibilidades de que haya algunos más que hablen de la “vieja versión” de vos –y ya estás listo para “la nueva versión”.
Podés mantener la lista de servicios, solo dejá ir la mentalidad “a la carta”. Cuando te promocionás como una guía con una manera específica de trabajar, actuar, aconsejar– cambia la forma en la que te ves a vos mismo y cómo los otros te ven, también.
O digamos que sos una diseñadora web. Tu pan de cada día ha sido hacer páginas pequeñas para negocios pequeños, y la mayoría son pequeñas empresas relacionadas con la tecnología.
Estos negocios no son en sí mismos insípidos, pero te has dado cuenta cuando has tenido que hacer sitios para estilos más artesanales –un panadero, una herborista, un ebanista– de que quedás encantada con tus diseños. ¿Pero cómo podés conseguir más trabajos así si el 75% de los diseños que tenés en tu página web o en tu portafolio es de sitios de tecnología?
Puede ser difícil sacar tiempo para crear trabajo o contenidos por los que querés ser conocido. O puede que todavía no logrés que te paguen por el trabajo que te gustaría hacer. Tomátelo como un proyecto por placer. Después, transformalo en el modelo de trabajo por el que querés ser contratado.