Debo confesar que de todas las actividades que tenés en tu lista de cosas por hacer antes de que nazca tu bebé, el baby shower o té de canastilla, era el que menos entusiasmo me generaba. Tan solo con hacer una búsqueda rápida por Internet a nivel de proveedores nacionales, me di cuenta de que esto no iba a ser algo tan fácil. El baby shower es un evento particular. Muchos lo ven como una celebración o un momento único, pero la realidad, es que entre las responsabilidades diarias del trabajo, la casa, la vida personal, los amigos, la familia y todo lo que conlleva prepararse para convertirse en padres, ya para el mes 7 u 8 del embarazo, pienso que lo único que querés hacer los fines de semana es descansar, ir a la playa, nadar o simplemente ver una película. Sin embargo, que son las tradiciones sino algo por aceptar, disfrutar y hacer. Así que después de varios meses de pensarlo y de aceptar que íbamos a realizar esta actividad, nos dimos a la tarea de hacerlo lo mejor posible y claro, disfrutarlo al máximo.
Decidimos hacerlo en una casa, después de cotizar en 4 lugares conocidos y que se mercadean súper bien en redes sociales, ver menús, rogar por una cotización, llamar, llamar, llamar, negociar y al final no lograr un buen paquete. La personalización de un evento se ve que nos es la prioridad para los cafés más concurridos del área metropolitana. Así que después de casi 1 mes de estar en esto, decidimos hacerlo con diferentes proveedores y hacer un montaje que nos gustara a todos: papá, suegras, y a mí.
Después de definir el lugar, la fecha y la hora, mi recomendación es definir los colores del evento así como una pequeña iconización de la actividad que les va ayudar con el resto de materiales. Para esto nos ayudó el diseñador gráfico José Díaz, que entendió muy bien la esencia de la actividad: minimalista, femenina y un poco romántica.
Ya enviadas las invitaciones, empezamos a definir qué íbamos a necesitar para el montaje de la actividad: flores, mesas, sillas, manteles y por supuesto el queque (que para mí es una prioridad en una actividad de este tipo). Para nuestra boda, habíamos trabajado el tema de las flores junto a Carolina Villavicencio de Florentina Flower Design y tuvimos una excelente experiencia. Caro es súper creativa, responsable, puntual y entiende muy rápido lo que uno quiere y necesita. (como podrán ver somos súper fans de su trabajo).
Si han tenido que hacer actividades en una casa saben que hay pocos proveedores buenos a nivel de manteles, mesas y sillas. Yo tuve la suerte de conocer por medio de un amigo a Justin, su esposa, y ver el trabajo que viene haciendo con su empresa Justine. Manteles y más. El servicio fue excelente. Justine fue personalmente a la casa donde se iba a realizar la actividad, revisó el espacio, brindó recomendaciones, y ahí mismo nos indicó el costo y definimos como sería toda la logística el día de la actividad. Fue de gran ayuda y además hasta un descuento nos ganamos. Súper recomendada. ¿Qué les parece?
Por último, (y lo que más me entusiasmaba) fue el tema del queque. Y fue difícil. Casi ninguna de estas empresas o proveedores tienen sitio web, o se puede encontrar fácil en Google. Pero después de un rato de buscar y ver, dimos con la Dolce Factoria y con su pastelera, Ciara Vincentti. ¡Por suerte!. De hecho cuando nos reunimos con Ciara, me di cuenta de que ya nos conocíamos (por algo mi esposo me dice Memento) y todo fluyó súper bien. Lo que increíble es que Ciara logró hacer un queque 100% igual a la referencia que había encontrado en Pinterest. No lo podía creer y además de eso riquísimo. La atención, el precio, la entrega y la calidad de los productos de Ciara son excelentes. Miren que lindo.
Cómo podrán ver al final nos divertimos mucho no solo durante el evento sino antes, organizando, planeando y tratando de lograr un baby shower diferente y especial. ¡Gracias a las chicas por la ayuda y todos nuestras amigas y familiares!