La marca personal es una parte crucial del ámbito empresarial actual.
Como publicista, emprendedora y clienta, entiendo que los consumidores ya no buscan solo una marca conocida, sino un rostro familiar y confiable a quien comprarle servicios.
Siempre he dicho que cuando creamos en emprendimiento o una marca, es como si estuviéramos compartiendo un pedazo de nosotros con el resto del mundo: un hobby que se volvió pasión y una pasión que se volvió negocio.
Como es parte de nosotros, naturalmente, nuestra esencia, o marca personal, debe permearlo y al final del día puede hacer la diferencia entre cerrar un trato o no hacerlo.
La mejor tarjeta de presentación, siempre vamos a ser nosotros mismos. Estamos en la era de las personas. Generan más empatía, conversación, credibilidad y engagement.
Es común que cuando estemos en el proceso de planificación de nuestra marca, nos centremos en la paleta de colores que utilizaremos, el diseño de una tipografía que represente nuestros ideales y un logo despampanante. ¡Que son igual de importantes!
Sin embargo, si realmente queremos establecer un vínculo con nuestros futuros clientes, debemos ir más allá. Somos los únicos que sabemos qué realmente queremos transmitir y a qué público llegar. Antes de plasmar nuestra identidad en un logo o en una identidad gráfica, tenemos que pensar el concepto, la personalidad, y el estilo que va a regir nuestra comunicación. Todos estos conceptos los trabajamos en los talleres de marca personal y en los programas de coaching.
Es común que me pregunten ¿Cómo trabajás vos lo de marca personal? y les expliqué cómo entrelazar la historia personal con la historia laboral o del negocio para obtener resultados reales (ingresos). Tenés que ser específico en tu área de especialización y dejar las ambigüedades. Enfocate en un problema puntual en donde vos seas el especialista.
Crear una marca personal conlleva balancear un autoanálisis y con una mezcla de mirada crítica.Sé que este no es un proceso fácil, por esta razón me enorgullece compartirles una exclusiva en mi blog: creé un programa de taller virtual para ayudarte: Creando Marcas que Inspiran.
Usamos diferentes herramientas: benchmark, holograma de marca personal, quices, arquetipo de marca, definición de grilla de productos y estrategia de comunicación para crearla.
Este primero de noviembre, desde la comodidad de tu casa, te espero con contenido personalizado para que, entre ambos, destaquemos lo mejor que ya yace en vos.
¿Te interesa?
Estos temas me emocionan porque conlleva sentarme con mis clientes y escucharlos hablar de sus mejores cualidades, sueños y aspiraciones. Mientras lo hacen, imagino el valor que le puede dar a otra persona el verse representada.
En un mundo en donde la competencia es fuerte y abundan los vendedores de un mismo producto, los clientes buscan lo auténtico, lo personal y aquello con lo que puedan verdaderamente identificarse.
En mi caso, aunque la publicidad fue mi primer amor y adoro trabajar, después de que tuve a mi hija hace tres años, entendí que la maternidad no debe ser secundaria, sino que es una de mis características más destacables. Instagram es en donde he podido compartir pequeños retazos de mi vida: contar mi historia personal, cómo una mujer multifacética y creativa.
A través de fotos, captions largos de pensamientos guardados en mi memoria, esta plataforma me ha dado la oportunidad de crear mi propia red de contactos, clientes y personas seguidoras que, aunque no las conozca, cuando me escriben las cientos cercanas. En los stories de mi perfil personal me pueden ver hablando de negocios, preocupaciones, presumiendo con orgullo a mis clientes y siendo espontánea.
Crear mi marca personal con esto en mente me ha abierto las puertas a cientos de clientes que se ven a sí mismos en mi ética laboral y mis valores, en especial, otras mamás ansiosas por ser creativas.
Si tenes dudas, agendemos un call.