El término mompreneur, bastante en boga en estos tiempos tanto en Costa Rica como en otros países, viene a aportar a una nueva realidad: el hecho de que hoy tenemos una cantidad de herramientas digitales que hace tiempo no teníamos, la opción de trabajar desde la casa, de fijar reuniones virtuales, de enviar cotizaciones digitales, de seguir todo el ciclo y el flujo de trabajo en un administrador virtual de proyectos.
Y es una realidad, que la maternidad, sobre todo en sus inicios, nos consume una gran cantidad de tiempo y energía que tenemos que dedicar al recién nacido. Este hecho tan hermoso y natural nunca ha sido bien encarado en la esfera del trabajo. Solo unos pocos países desarrollados, como el caso de Finlandia, protegen esta etapa con extensas licencias de maternidad.
¿Pero estar mucho tiempo alejadas de nuestras actividades es lo que queremos y necesitamos?
En muchos casos, creo que no, unas veces por que no conviene (la desactualización puede tener consecuencias) otras porque no queremos desconectarnos de lo que amamos hacer. Más si algunos estudios indican que Las mujeres, incluidas las que dirigen negocios y crean empleos, también tienen a su cargo el trabajo del hogar y la gestión de las actividades de sus hijos, siendo esto una actividad no remunerada en ninguna parte del mundo.
Soy consciente que no todas las actividades pueden sacarle el mismo provecho a estas nuevas herramientas. Pero es nuestra responsabilidad investigar y ver cuáles son las que nos pueden ayudar a conciliar una maternidad sin desapegos extremos; no tener que alejarnos demasiado de nuestros hijos, no dejar de cumplir nuestra metas en el mundo del trabajo.
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Y si bien no todas las empresarias son madres, quienes lo somos sabemos tanto lo positivo y lo negativo de serlo. Hacer malabarismos con la maternidad y una carrera profesional puede ser agotador, especialmente en una época en la que queremos pasar más tiempo con nuestros hijos pero al mismo tiempo tener o cuidar nuestra carrera profesional.
De aquí que la lucha contra los estereotipos sea diaria y sutil. No podemos negar el progreso que hemos logrado en el mundo de los negocios en las últimas décadas. El sexismo no es la fuerza flagrantemente desenfrenada que alguna vez fue. Se transforma. Actualmente, esta discriminación se presenta en sus formas más subversiva hacia las mujeres empresarias. Las mujeres a menudo se ven obligadas a probarse a sí mismas antes de que un cliente potencial, sus compañeros o incluso sus empleados las tomen en serio. Lamentablemente, esto se debe a que muchas personas sufren la suposición subyacente de que las mujeres son incompetentes en general (o por naturaleza).
Como mujeres y empresarias, ya hemos logrado un progreso sustancial a través de la innovación y la determinación. Dicho esto, todavía tenemos mucho por hacer. Esas luchas cesarán solo cuando la brecha de género comience a cerrarse dentro de la comunidad emprendedora.
¿En cuanto a ser una madre? Dudo que la descripción del trabajo nunca incluya la lucha, aunque sea maravillosa.