Además de la emergencia sanitaria declarada como pandemia por la OMS, el Covid-19 nos trajo consigo una recesión económica en todos los sectores. De acuerdo con la edición de junio de 2020 del informe Perspectivas económicas mundiales del Banco, sería la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución del producto per cápita.
Actualmente las y los emprendedores nos encontramos en una etapa en la que la toma de decisiones y la estrategia que utilicemos se vuelven sumamente relevantes. Para esto es la asesoría que brindo a mis clientes.
Yo, Laura Montero, no creo que pueda decirte que tipo de negocio crear o cuál producto es el que tenés que vender. Lo que sí puedo hacer como experta en publicidad y marketing, es brindarle a tu negocio las herramientas de comunicación necesarias para alcanzar su máximo potencial.
5 preguntas antes de preparar tu plan de marketing post Covid-19
En medio de la pandemia, he llegado a entender que el modelo de “vender, vender, vender” se agota y es necesaria una estrategia que guíe, adapte y cuente la historia de tu negocio.
Comencemos por entender que una estrategia de comunicación debe operar en dos vertientes: unificar la esencia de tu negocio, es decir, que sin importar la red social o sitio web siempre se comuniquen los mismos valores, y de igual forma, adaptar el contenido dependiendo de la plataforma. No es lo mismo hablarle a nuestro público en Instagram que a nuestro público en Facebook.
El diseño de la estrategia de marketing debe estar sujeto a nuestra propia estrategia de negocio. Un negocio, de cualquier característica, debe tener una ruta de trabajo clara. Esto, y no me canso de decirlo, no es igual a solo tener una red social con miles de seguidores.
Imaginemos por un momento un caso hipotético: mañana desaparece Instagram. ¿Tenés un respaldo de tu catálogo de ventas o los contactos de los seguidores más fieles? La estrategia que creemos nos debe asegurar este respaldo.
Existen diferentes formas de crear este respaldo: por ejemplo montar nuestra propia plataforma de e-commerce. Lo crucial para este punto, es saber “traducir” la esencia de nuestro negocio en las diferentes plataformas.
Queremos que el cliente se “tope” siempre con lo que caracteriza a nuestra marca. Sin importar si está comprándonos por Facebook, Instagram o en nuestro sitio web.
Si traslado mi catálogo a Instagram, sin pasar por ese proceso de traducción de la venta directa, el cliente se pierde. Hay que traducirlo a Instagram. Es llevar la experiencia de una venta directa a una venta social que realmente me cuente algo y me genere comunidad.
Por un tema de recursos de rapidez, para muchos emprendimientos las redes sociales se han vuelto el lugar preferido para vender. Sin embargo, debemos recordar que sin una estrategia que los respalde, este modelo, se agota.
Este ha sido uno de los errores más comunes que he visto en marcas tanto antes como durante esta pandemia: digamos que al inicio me interesa un perfil de respostería. Con la intención de comprarles, los sigo, pero al tercer día, ya su contenido perdió mi atención porque es el mismo. Foto tras foto tras foto de solo la respostería, no funciona para captar verdaderamente a nuevos clientes.
Ahora, es diferente si me cuentan una historia dentro del feed. El feed me podría enseñar recetas, detrás de cámaras, a las personas a las que les estoy comprado, etc.
Esta estrategia, aparte de que traerá a nuevos clientes, creará una comunidad que realmente está interesada en seguir a tu marca. Ya no es solamente concretar una venta, sino una comunidad que está pendiente de los nuevos productos.
Ojo, que no estoy diciendo que no se puedan utilizar las redes sociales para vender. Las redes sociales son por naturaleza espacios para ser sociables. Además, pueden funcionar como ámbitos en los que pueda enamorar e interactuar con mi cliente. Son un amplificador de los contenidos, pero no deben ser el único canal.
Cada vez que vayamos a postear contenido de nuestro negocio en redes sociales debemos pensar: ¿qué le damos a la gente para que regrese a nuestra página?
Muchas veces los emprendedores se centran tanto en solo concretar una venta que se olvidan de darle seguimiento a ese cliente. Descuidar la “postventa”, puede hacer que, aunque nos compraron una vez, no vuelvan a hacerlo.
Un simple mensaje preguntando si les gustó el producto, si tuvieron inconvenientes o agradeciendo, hacen la diferencia entre mantener un cliente y que nos recomienden a otras personas.
La mayoría de productos no son de primera necesidad. Es más, ni siquiera la ropa que utilizamos. Por esta razón, para mantener a nuestra comunidad activa e interesada en nuestro negocio, debemos ofrecer una experiencia más allá de nuestro producto.
Como ya lo mencioné, el contenido con valor agregado es clave. Démosle a nuestros clientes una verdadera experiencia online con sorteos, contenido interactivo y compartiendo reviews positivos que nos manden por mensaje.
Las redes sociales son el mejor lugar para persuadir. Es un momento para que mis clientes recuerden mi marca, adquieran mi producto y participen en los sorteos. Para que realmente tengamos una comunidad digital, nuestra estrategia se debe basar en la empatía, entretenimiento y aprendizaje.
Cada vez que vayamos a postear contenido de nuestro negocio en redes sociales debemos pensar: ¿qué le damos a la gente para que regrese a nuestra página?
Espero que estos consejos te hayan servido y cuando estes listo para que tu negocio alcance su máximo potencial, escribime.
Te espero en Instagram y Facebook.